Ante el espejo es fácil
Allí, –de pie– frente a su viejo espejo prometió no volver a enamorarse, trazando una imaginaria frontera entre su corazón y el mundo.
No más mariposas, no más insomnios, las decepciones suelen desembocar en autoprotección.
Mirando su reflejo en el espejo, retumbaba –como un mantra– en su interior, amar es exponerse a perder.
Y poco a poco había llegado al convencimiento de que el amor era una peligrosa distracción, una emoción que nublaba la razón y –en el mejor de los casos– te desordenaba la vida.
Cuando el convencimiento era ya –o eso creía– irreversible, apareció.
Esta vez no fue la habitual tormenta, sino una dulce y suave brisa que, –con el mayor de los sigilos– lo fue removiendo todo en su interior.
En los primeros momentos no percibió el peligro.
Reían juntos, hablaban por horas y se entendían sin aparente esfuerzo.
Era cómodo, natural, parecía que se conocieran de siempre.
Ante el espejo, –aquel viejo amigo– se decía, “solamente somos amigos”, sabiendo que estaba auto engañándose.
Se negaba a admitir lo que sus propias miradas y sus gestos gritaban en silencio.
Su rebelde corazón –sin previo aviso– había comenzado a latir distinto.
Intentó frenarse por todos los medios pero ya era tarde, se descubría pensando en sus silencios, buscando entre la multitud, queriendo compartir las pequeñas cosas de cada día.
Cada vez que se sonreían se le escapaba el alma por los ojos.
Prometió –firmemente– no enamorarse, sin caer en la cuenta de que las promesas que se le hacen al miedo rara vez llegan a cumplirse.
Y un día lo aceptó.
No necesitó grandes palabras, ni dramáticas confesiones, solamente gestos simples, sencillos.
Quedarse un poco más, mirarse un poco más, dejarse sentir, rendirse a la realidad.
Entendió que vivir con miedo al amor era vivir a medias.
No se trata de evitar el dolor, sino atreverse a sentir, a pesar de todo.
No fue algo planeado, no lo buscó, pero el amor, el mismo que había prometido esquivar fue a su encuentro.
Y es que a veces, lo que más tememos es precisamente lo que más necesitamos.