Una vez más, la música

Es complicado hablar de música, siempre que hago el intento me da la sensación que falta algo, que siempre se quedan en el tintero una miríada de cosas por contar, por compartir.

Quizás en la palabra compartir esté la clave de esa dificultad.

Compartir, esa es la meta final de todo artista, compartir su arte, sus sentimientos con su publico.

Amor, desamor, alegría, tristeza, miedo, ansiedad, felicidad, rechazo, de todas estas emociones nos empapamos cuando pulsamos el “play” de nuestros dispositivos.

Los más veteranos añadimos un plus cuando –muy cuidadosamente– embocamos el agujero central de nuestro vinilo favorito y a continuación posamos la aguja en el lugar preciso, en el borde de ese precipicio giratorio y acomodados en nuestro sofá nos sumergimos en una experiencia indescriptible.

Nos embarga la sensación de distintos mundos por explorar, de nuevas realidades o simplemente –muchísimas veces– caemos en la cuenta de como aquella pieza de arte encaja como un guante en nuestra propia experiencia vital.

Seguro que en algún momento escuchando una nueva melodía o aquella vieja canción a la que nunca habías prestado mucha atención, –repentinamente– parecía escrita para ti, y explicaba a las mil maravillas tus sentimientos, de tal manera que tu primer impulso había sido compartirla con alguien especial.

Con alguien con quien –precisamente– no encontrabas la forma de trasmitirle ciertas emociones y simplemente, una vez escuchado aquel tema, solamente tenías que decir “así es como me siento ahora mismo”.

Quizá tu que lees ahora mismo esto pensarás, que locura tan grande atribuirle a la música semejante poder, y puede ser que tengas razón ¿porque no?

Hasta este momento no hemos hablado ni de corcheas, semicorcheas, partituras ni nada por estilo.

¿Y porqué?

Porque la música es puro sentimiento, muchos de los “grandes” de este mundo no saben escribir musica ni leer una partitura, –no lo necesitan– se limitan a expresar lo que sienten, eso es la música.

No se si hemos aclarado algo o estamos mas liados que al principio, ya ven hablar de música es dificilísimo pero apasionante.

Compartan música con sus parejas, con sus amigos, con la gente que les importa y les aseguro que su vida será un poquito más feliz.

Fuerte rollo, ahora lo solucionamos compartiendo un par de canciones.

Hasta pronto.

P.D.: No dejeis de escuchar estas dos maravillas.

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