La Potajera
Corren tiempos de extrema gravedad –tiempos serios– y en Fuerteventura asistimos estos últimos días a un espectáculo infumable, fruto del ego desmedido de quien se cree merecedor de lo que nunca ha conseguido por medio de una urna.
Un político decente antepone el interés general al suyo propio.
Un político decente no utiliza a sus convecinos como rehenes de sus ansias de poder.
El poder "per se" no es un bien en sí mismo, el poder por el poder no es mas que una dictadura.
En la situación generada en el Cabildo de Fuerteventura se entremezclan cuestiones personales y estrategias de medio plazo con el fin de situarse en el panorama político para beneficio propio, y todo ello sin miramientos, sin reflexionar sobre las penurias que se están pasando y las que vendrán de seguir esto así.
Cuando un político no acude a su puesto de trabajo a diario, cuando no acude a un Pleno, cuando retrasa sin conmiseración obras que pueden beneficiar a su pueblo, no hace otra cosa que defraudar a quién le paga pues no cumple con su deber, y a nadie se le esconde –es de dominio público– que esto viene sucediendo desde hace ya un tiempo.
Unos presupuestos que se incrementan en más de un 50% en el área de infraestructuras no pueden ser considerados insuficientes para la reactivación económica de la isla, y de ser esto cierto la obligación de un buen político será –en todo caso– asistir a los debates y defender sus propuestas sin llegar en ningún caso a la imposición o al puro chantaje.
En todo este rebumbio emergen –como no podría ser de otra manera– las huestes de la derecha nacionalista de ATI dispuesta una vez mas a subyugar a un pueblo majorero que asiste inerme ante el desatino de paralizar la economía insular para ejercitar el ya desgastado juego de la silla, quítate tu para ponerme yo.
Los políticos de "chiringuito", que no de partido, tienen los días contados, las bisagras de ida y vuelta no deben determinar la vida pública pues en su propia definición se encuentra su mayor falacia, su mayor mentira. Se alían con cualquiera sin mayor escrúpulo pues no están interesados más que en su propio ego.
La potajera que se cocina estos días puede dar al traste con una oportunidad de oro para conducir a Fuerteventura hacia la modernidad.
ATI-cc junto con AMF, con PP y con UPB son la antítesis de la modernidad y la renovación que necesita nuestra isla y sería un gran paso atrás.
Pero les da igual pues no están aquí para beneficio del pueblo, solo están aquí para ejercitar el poder "per se".
Labor de Zapa
Que dice ATI-CC que la actual Corporación Municipal no ha hecho nada, y por una vez –sin que sirva de precedente– estoy de acuerdo con ellos.
Esta Corporación no ha hecho nada de lo que le gusta hacer a ATI-CC.
Comenzando por pararle los pies a sus “amigos” de DISA y su patente de Corso para hacer lo que les diese la gana en este Municipio.
Fue en ese momento en el que se dieron cuenta de que esta Legislatura no iba a ser “mas de lo mismo”, las connivencias del pasado, los arreglos, amaños y demás argucias a las que nos tenían acostumbrados habían pasado a la historia igual que ellos.
Otra de las cosas, de esas que no le gustan a ATI-CC, es que la relación con la ciudadanía se ha basado en algo que ellos desconocen radicalmente “la verdad”.
Y así, nos fuimos por pueblos y barrios, sin ninguna intención de prometer imposibles, o alimentar una vana esperanza de mejora con mentiras una vez más.
Al colocar la verdad como punta de lanza de nuestro discurso lo primero fue explicar a la gente el porqué de su situación, tan precaria en todos los órdenes de su vida, porqué sus calles no estaban asfaltadas y además porqué no se podían asfaltar deprisa y corriendo.
También les explicamos porqué sus pueblos o pagos no disponían de alcantarillado y de los procesos que esta Corporación pondrá en marcha para solucionar el desastre que nos han legado uds.
Y hablando con nuestro pueblo también aprovechamos y les preguntamos directamente, ¿quieren promesas como las que les hacía ATI-CC? ¿o quieren realidades?
Y descubrimos que la gente está hasta el higo de que le cuenten películas y ondeen banderas, la gente quiere vivir decentemente, tener agua corriente, aceras que pisar y saneamiento para vivir con la higiene propia del siglo XXI.
Están uds. donde el pueblo les ha colocado y deberían –en lugar de andar recontando concejales todos los días– hacer un poquito de autocrítica y agachar la cerviz lo cual no les vendría nada mal.
En lugar de eso intentan uds. las típicas operaciones de maquillaje de siglas –que si AM, que si ATI, otra vez el engaño– pues ya todos sabemos que cuando Ana Oramas levanta el puño uds. tiemblan en lo mas profundo de su ser.
Donde manda patrón –patrona en este caso– no manda marinero.
Por mas que uds. lo vean así, la Comunidad Canaria no es un feudo que les pertenezca.
Somos un pueblo y una tierra mayores de edad que nos organizamos y gestionamos nuestras miserias como queremos, eligiendo a quien queremos y no necesitamos a estas alturas de nuestra historia de tutelas de los que se creen dueños de nuestras vidas.
Lo de “tutelar” al pueblo es un tic muy típico de la derecha de este país, ahí lo dejo.
Ahora, viéndose impotentes acuden uds. a la fanfarria, a intentar activar a sus “comisarios políticos” para ganar mediante el trabajo sucio lo que no han podido conseguir en la competencia leal de unas elecciones.
Labor de zapa. No hay nada más rastrero.
Los tiempos de marquesados y condados han pasado a mejor vida, y den ya por descontado que sus descendientes, amigos y allegados tendrán que competir en el mercado laboral como el resto de nosotros pues la empresa que uds. se habían montado para vivir del pueblo ha dicho basta.
Apréstense a colaborar para que podamos superar los tiempos difíciles que se acercan y si sus ansias de poder no se lo permiten al menos no estorben.
Un abanico de posibilidades inmensas

Un abanico de posibilidades inmensas.
Pues es verdad, un abanico de posibilidades inmensas se abrió el pasado 26 de mayo de 2019.
En ese momento la ciudadanía consideró que era hora de cerrar una etapa que ya no tenía sentido en una sociedad moderna.
Los atavismos nacionalistas no tienen cabida en una sociedad del conocimiento como la que disfrutamos en estos momentos.
La diversidad de opiniones, pareceres y pensamientos –lejos de lo que algunos creen– es un valor fundamental en la política de estos días.
Y esta diversidad es también la garantía que nos permitirá regenerar la política, entendida esta como refugio de "conseguidores" e intereses particulares.
Las instituciones –sobretodo las mas cercanas a la ciudadanía– deben velar por el bienestar del pueblo, el progreso y el bien común.
Los cambios que se han producido en este último año en nuestras instituciones obedecen precisamente al ansia de este pueblo –sobretodo– de justicia.
Han sido muchos años de clientelismo y revertir esta dinámica requiere de decisiones drásticas y –sobretodo– cumplir las leyes.
La diversidad de partidos que componen algunas de las corporaciones de la isla es en si misma la mejor prueba de la fortaleza de la actual política.
Este año 2020 enterrará definitivamente las viejas tramas políticas, la dejadez en la gestión de los servicios públicos, el abandono de nuestras infraestructuras y la desidia ante los problemas sociales mas acuciantes como el paro y la escasez de vivienda.
Pero volvamos al pasado 26 de mayo.
Hacía ya tiempo que estábamos acostumbrados al producto envasado, ese que comprábamos casi sin fijarnos en sus características y consumíamos con fruición y sin pensar –sobretodo sin pensar–.
Y llegó 2019 y en lugar de comprar nuestras lentejas de toda la vida bien envasadas y etiquetadas se nos ocurrió volver al pasado y comprar lentejas a granel, ¿se acuerdan? Aquellas que tu madre te ponía encima de la mesa y luego te explicaba que como aquello venía todo mezclado había que revisar y separar todo lo que no fuera comestible.
Y así nos pasábamos el rato escogiendo –con criterio– y separando el grano de la paja.
El proceso es tedioso pero el resultado es que los mejores granos, las mejores lentejas son las que acaban en el puchero y es con esas con las que se puede hacer una buena comida.
Es verdad que nunca había necesitado seis meses para separar el grano de la paja.
Ahora es cuando podremos materializar todas esas posibilidades inmensas que se nos abrieron en mayo, ahora es cuando se podrán definir políticas sociales efectivas, ahora es cuando se podrá acometer una política decidida de modernización de la administración digital y acompasarla al inevitable reforzamiento de los recursos humanos disponibles.
Es el momento de repensar nuestra ciudad y transformarla en un lugar agradable de vivir, accesible, dinámico y que atienda las necesidades básicas de la ciudadanía. En otra palabras, se acabó el urbanismo de servilleta.
Las infraestructuras que se han de acometer no pueden estar al albur de "ocurrencias" o intereses particulares.
Estas –y muchas otras– son las posibilidades que conforman este abanico municipal.
Es verdad que existen mas abanicos, existen aquellos que quieren que todo siga como hasta ahora, que no se mueva nada que no sea para el "amejoramiento" de sus propios y sus amigos.
A estos me permito recomendarles que arrimen el hombro y colaboren en la mejora de las condiciones de vida de nuestro pueblo porque esa política de "yo o el caos" no podrán sostenerla por mucho mas tiempo.
Lo dicho, se abre un abanico de posibilidades inmensas, no lo dejemos escapar.
Fuerza y honor.
Gente corriente
Gente corriente
En estos últimos treinta días la correlación de fuerzas en la política canaria ha dado un vuelco histórico.
Fruto del hartazgo de la ciudadanía y de años de políticas realizadas de espaldas al pueblo, ha llegado una necesaria renovación.
En Fuerteventura el resultado ha sido histórico, los marqueses y condes de antaño han sido descabalgados de sus poltronas.
La Oliva y La Matilla han dejado de ser referente territorial y ha llegado el momento de la gente corriente.
La diversidad del mapa político resultante ha propiciado la confluencia de diversas fuerzas para gobernar en las distintas instituciones haciendo inevitable la negociación y el pacto en aras de conseguir el bienestar y el progreso en Fuerteventura.
En contraposición, lo que ocurría hasta ahora era que gobernaba ATI-CC sin el más mínimo respeto a sus socios, fuesen estos quienes fuesen.
La gente corriente que ha llegado a las instituciones se definen –en su mayoría– por ser trabajadores, profesores, profesionales e incluso algún jubilado.
La política caciquil –a la que tan acostumbrados estamos– se ha quedado en la oposición.
Se barruntan tiempos de progreso, de participación ciudadana y de transparencia y precisamente eso es lo que pone en guardia a ATI-CC no vaya a ser que salgan a la luz –que saldrán– todas las malas decisiones que han tomado en estos últimos veinte años.
Esta es la oportunidad de la gente corriente para demostrar que "otra política es posible", que no es necesario depredar territorio para progresar, que no es necesario bajar la cerviz ante los poderosos para progresar, que no es necesario pisar a nadie para progresar.
La tarea no es fácil y la oposición no va a colaborar pues siente la pérdida del poder como una afrenta dado que consideran –como todos los grupos conservadores– que las instituciones les pertenecen.
Me sorprende [chupito] ver a ATI-CC en la oposición, pero me llena de esperanza precisamente eso mismo.
Han pasado muchos años, pero hemos conseguido –a pesar de todas las malas artes utilizadas en la campaña– una oportunidad para demostrar a la ciudadanía qué, otra forma de hacer las cosas es posible.
Nunca cómo ahora es tan necesario hacer realidad el viejo aforismo de "la union hace la fuerza".
Si la gente corriente se une no hay cacique que pueda imponerse.
Tagoror

Tagoror
En tiempos remotos los ancianos del pueblo o los dirigentes, se reunían puntualmente en asamblea –tagoror– para hablar de justicia o religión.
Dejemos a un lado la religión –asunto capital en otros foros pero no en este– y ciñámonos a la justicia.
Justicia en cualquiera de sus acepciones.
Justicia distributiva, procesal, retributiva o restaurativa. Cada una con sus particulares acepciones e intereses, pero nos centraremos en la Justicia Social.
La Asamblea –Tagoror– podría asimilarse en la actualidad a las reuniones que periódicamente se celebran en nuestros Ayuntamientos, en las cuales se busca –o debería buscarse– el reparto justo y equitativo de los bienes y servicios básicos que son necesarios para el desarrollo y el desenvolvimiento de una persona en la sociedad, por ejemplo, la educación, la salud, el bienestar socioafectivo o los derechos humanos.
¿Porqué hablamos de Justicia Social? ¿En dónde radica su importancia?
La justicia social fomenta la integración y la protección ante la explotación de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad buscando la consecución de una sociedad mas justa y equitativa. Y es uno de los valores sociales más importantes de nuestra sociedad actual, poniendo el acento en la equidad frente a la igualdad mal entendida.

Lógicamente la justicia social no es un concepto unívoco por lo cual existen diversos tipos:
La justicia social laboral: vela tanto por la relación saludable entre trabajador y patrón, como por las condiciones físicas y psicológicas necesarias para que los empleados puedan ejercer sus funciones adecuadamente.
La justicia social económica: regula que la distribución de la riqueza tienda a un estado de equidad, que no sea acumulada solo por unos, ya que, crea como consecuencia, una disparidad extrema entre clases sociales, entre otras injusticias sociales.
La justicia social sanitaria: el derecho de la salud debe ser asegurada para todos los seres humanos por igual, siendo un derecho fundamental al que todos puedan acceder, velando por un cuerpo y una mente sana.
La justicia social es reconocer, defender y proteger los derechos de los ciudadanos –sin olvidar sus deberes– y todo ello sin hacer distinciones por mor de su condición. Es en esencia la consecución de la equidad de oportunidades entre la ciudadanía en base a leyes de inclusión.
Algunos ejemplos de justicia social podrían ser los siguientes:
Legislar contra la discriminación racial o de género.
Legislar para el reconocimiento efectivo de derechos laborales.
Garantizar el acceso al sistema de salud.
Asegurar becas para refugiados como una forma de integración social y de promoción de igualdades.
Legislar contra la explotación, el abuso y el acoso sexual.
Muchas de estas cuestiones –no todas– pueden estar al alcance de nuestra Asamblea –Tagoror– Municipal, y deberían encontrarse entre nuestros anhelos y ser fruto de nuestros esfuerzos para los próximos cuatro años.
Justicia Social, ese entiendo yo que deberá ser el espíritu que impulse la acción de Gobierno para nuestro Municipio.
Es el momento

Es el momento.
Dos largas décadas han tenido que pasar para que en Puerto del Rosario vuelva a conformarse un Gobierno de progreso.
Un Gobierno multicolor fruto del entendimiento y el compromiso de sus integrantes por la consecución del bien común para nuestro municipio.
La alternancia al frente de las instituciones forma parte del juego democrático y se convierte en la salvaguarda contra conductas viciadas cuando los lapsos de tiempo de permanencia en el poder se vuelven extremadamente largos.
Puerto del Rosario está necesitado de un revulsivo que consiga dinamizar su vida social, que nos cuestione sobre la idoneidad de las diversas políticas sociales que se desarrollan, que nos aleje de la apatía y el conformismo que nos invade desde hace ya años.
Hemos de transformar nuestra resignación en rebeldía y convencernos a nosotros mismos de la posibilidad de conseguir los retos –sean estos grandes o pequeños– que nos propongamos.
Es el momento de dar un vuelco a las políticas sociales del Municipio.
Es el momento de aunar nuestros esfuerzos para exigir –no pedir– un Hospital a la altura de las necesidades de nuestra gente.
Es el momento de dotar a Puerto del Rosario –no solo de los servicios esenciales– sino de los servicios esenciales con la mayor calidad que nos permitan nuestros recursos económicos.
Es el momento de iniciar la tan traída y llevada apertura al mar de nuestra ciudad –siempre postergada–.
Es el momento de reordenar el día a día de nuestras calles, atajar el problema del aparcamiento, idear espacios amplios donde pasear y disfrutar de nuestra eterna primavera.
Es el momento de apostar decididamente por la juventud de este Municipio promoviendo actividades y reactivando los Centros Culturales de los que disponemos.
Es el momento de dignificar y valorar adecuadamente el trabajo y las responsibilidades de todas esas personas que día a día nos ayudan desde la Administración Pública.
Es el momento de planificar y poner en marcha proyectos largamente solicitados como el hospital geriátrico o el incremento urgente de las plazas sociosanitarias de las que adolecemos.
Es el momento de que esta ciudad –al completo– se implique en la consecución de objetivos tales como la Igualdad efectiva o la erradicación de una lacra tan terrible como la violencia de género.
Hay muchos más momentos que espero que consigamos desarrollar y compartir a lo largo de estos cuatro años que ahora comienzan.
Cada uno de estos momentos será para nosotros un proyecto, una ilusión, una esperanza de futuro que afectará muy positivamente la convivencia entre las gentes del Municipio.
Habrá quien –torciendo el gesto– ante las palabras de este humilde escribidor tilde de naif e ingenuidad todo lo aquí expresado.
A estos pesimistas les invito a arrimar el hombro, seguro que conseguimos llegar aun mas lejos con su ayuda.
Elecciones: Menos es mas
Elecciones: menos es más.Esta frase se le atribuye a un importante arquitecto para la historia de la arquitectura, se trata de Ludwig Mies van der Rohe.Mies, junto a Walter Gropius y, principalmente, a Le Corbusier, fueron los grandes maestros de la arquitectura moderna.Si hablamos de “menos es más”, estamos hablando de minimalismo, de reducir algo a lo mínimo, a los elementos esenciales que componen la cosa. Todo lo demás disturba.Si te fijas en la imagen que encabeza este artículo podrás comprobar la ausencia de artificios, nada más que un lienzo, una frase y nuestro firme compromiso por alcanzar la Canarias que todos deseamos. Para conseguirlo no se necesitan grandes alharacas ni aspavientos, más bien todo lo contrario: necesitamos naturalidad, autenticidad, verdad, sinceridad y trabajo, mucho trabajo.En estos días de campaña política hemos escuchado todo tipo de propuestas, algunas disparatadas, otras engañosas, y siempre –como no– alguna que consideramos utópica.El pasado domingo el Partido Socialista celebró el Día de la Rosa como de costumbre, confraternizando, compartiendo y conjurándose para luchar por una sociedad majorera donde prime el trabajo digno, una sociedad que pueda vivir en igualdad, una sociedad que respete y vele por sus mayores, una sociedad que valore la educación de sus menores. En definitiva, una sociedad más justa, más libre y orgullosa de sí misma.La propuesta del Partido Socialista es clara y contundente. Es igualdad y progresoen una isla socavada por el caciquismo secular de ATI-CC-AM (parece que últimamente todos los males vienen de tres en tres).La apuesta de la derecha nacionalista –‘recientemente reivindicada por la derecha nacional’, Tavío dixit– la hemos podido palpar también este mismo domingo con la resurrección de viejas formulas publicitarias muy cercanas a los desfiles militares que solo buscan amedrentar al pueblo al que deberían servir. También se dan un aire a la Santa Compaña, esa procesión de ánimas o aparecidos que discurre por los términos de una parroquia con el propósito de visitar, o advertir, a todas aquellas casas en las que en breve habrá una defunción.En las generales el óbito fue protagonizado por el PP. Ahora le toca a la derecha nacionalista. Este es el momento, esta es la oportunidad.Tu voto puede alumbrar una nueva oportunidad para esta tierra.Hazlo posible.Here comes the sun.
Hasta siempre compañeros, hasta siempre. Gracias.
La última palabra que pronunció Rubalcaba en su despedida fue una palabra sencilla, de esas palabras que nos enseñan desde pequeñitos, una palabra fácil de utilizar pero a su vez difícil de interpretar la sinceridad del que la pronuncia.
En este caso concreto no hubo dudas de la sinceridad de nuestro compañero pues una vez pronunciada y dejando atrás su puesto orgánico –que no su relevancia– volvió a sus quehaceres previos a su extensa, fructífera y excepcional vida política.
Lo dio todo –muchos años de su vida– al PSOE y a España y no reclamó ninguna prebenda por sus servicios prestados, simplemente nos dijo, gracias.
En contraposición a otros ex, Rubalcaba –una vez retirado de la primera línea política– nos ha dejado muchos testimonios fotográficos dedicándose a lo que dicen que mas satisfacciones le daba, enseñar.
En sus mítines siempre se traslucía ese germen didáctico, esa obsesión por explicarnos el porqué de las políticas que se practicaban.
Nos hablaba de tu a tu –sin arengas mitineras– con la manifiesta intención de que entendiéramos lo que estaba ocurriendo.
No estamos ante un político con un discurso alambicado que busca como único fin contar con tu voto y olvidarte una vez pasado el trago electoral.
La sensación que nos transmitía Alfredo era la de esa persona que quiere recorrer un camino –para el cual necesita de tu apoyo– pero que aspira a que tú mismo transites a su lado ese mismo camino.
Debiéramos ser nosotros los que pronunciáramos esa palabra –gracias– cada vez que recordemos la figura de este gran político.
«No seas político, que se sufre bastante», decía.
En estos últimos días ha habido varias personas que me han dirigido esas mismas palabras, "vas a sufrir mucho en política, dada tu forma de ser".
Si ese sufrimiento puede suponer una mejoría en el discurrir de las vidas de mis convecinos lo daré por bien empleado.
Y de antemano, gracias.
La mentira como única arma electoral

La campaña electoral que se avecina en Canarias parece que se va a caracterizar por un nerviosismo extremo en el ámbito de la derecha nacionalista –ATI-CC– y ya hace suya la misma estrategia que la derecha nacional utilizó en las pasadas Generales.
Medias verdades o directamente mentiras para atacar a sus adversarios políticos.
Podrían optar por una campaña típica en la cual defendieran su gestión, pero claro entiendo que es dificil defender lo que CC-ATI ha venido perpetrando todos estos años.
La segunda opción –presentar promesas de futuro– todavía se les hace más difícil pues no están acostumbrados a cumplirlas.
En esta legislatura su mayor logro ha sido saber mantenerse en el gobierno en minoría pero esto no redunda en ningún tipo de beneficio para la ciudadanía.
Todo lo demás ha sido un auténtico fiasco. La sanidad, el empleo, la educación, la dependencia o los servicios sociales, da igual adonde miremos, el panorama es desolador.
Listas de espera inasumibles en Sanidad y Dependencia.
La tasa de paro total se sitúa por encima del 21%, el paro juvenil en el 45%, el paro femenino casi en el 22% y el porcentaje de hogares con todos sus miembros en paro es del 12% todos los indicadores muy por encima de la media nacional.
Y para colmo el abandono escolar temprano vuelve a crecer en la Comunidad Canaria apuntalando el ya de por si triste indice del 35% de fracaso escolar.
¿Es realmente esto lo que queremos para nuestra Comunidad?
¿Acaso no acertamos a vislumbrar el pozo en que nos han metido estos políticos irresponsables?
El nacionalismo es la mayor amenaza para la humanidad.
Los extremismos no sólo atacan a los gobiernos desde fuera, si no que están intentando acceder a ellos.
Si votamos al odio para que ocupe los mas altos cargos no creo que sobrevivamos a ello.
Alexis de Tocqueville llamó a la democracia americana “el gran experimento”.
Cada generación puede elegir si este experimento continúa o no.
Eso significa no ceder ante las debilidades que nos hacen frágiles como personas y como nación.
Ignorar a los que nos dicen que debemos culpar a los demás cuando nos sentimos “excluidos”, ese puede ser un mensaje tentador especialmente cuando estás débil, pero es falso, siniestro.
Lo único que puedo decir es que sea como sea que sirvamos al país nunca debemos dejar de luchar para salvar ese “Gran experimento”.
Nosotros –el pueblo–, depende de nosotros.
Campaña electoral: episodio 1
Campaña electoral: episodio 1
Ha comenzado la campaña electoral, una más de tantas que hemos pasado ya, pero a tenor de lo vivido se me antoja que esta es asimilable a aquella que ya se desarrollara en 1982.
Al igual que ahora, en aquel entonces España se jugaba mucho.
Estaba en riesgo –en aquella ocasión si– el futuro desarrollo democrático del país.
Se necesitaba un golpe de timón de la clase política –apoyada en el tejido social más progresista– que plantase cara al Golpe militar y se consiguió.
Lo que podía haber acabado en una involución –o en el mejor de los casos en un nuevo régimen otorgado y vigilado– dio paso a una mayoría Socialista que acometió una labor ingente de modernización de la sociedad española, atrapada aun entre los miedos guerra civilistas y la inexperiencia de la vida en libertad.
Desde ese año –1982– hasta el 2014 hemos conseguido dar un vuelco a nuestro país, con luces y sombras –es verdad– pero siempre los derechos adquiridos –divorcio, aborto, matrimonio gay, etc,...– concitaban el suficiente consenso como para ser respetados por cualquiera que ocupase el poder.
El año 2014 quedó marcado por la irrupción de nuevas formaciones políticas que –mostrando una inexperiencia preocupante– pretendían derribar, romper todo lo construido con tanto esfuerzo.
Y en ese intento pretendían convencernos de que lo conseguido en tantos años de lucha y de trabajo no valía absolutamente para nada.
Esa falta de responsabilidad tan característica en estos "nuevos" políticos nos han llevado estos últimos años a una parálisis institucional histórica y ha traído aparejada una reacción de signo contrario que pone –una vez más– en riesgo nuestra vida democrática, nuestros logros de tantos años y el futuro mismo de nuestro proyecto vital.
Me niego –40 años después– a volver a vivir con miedo porque les diré que en aquellas primeras campañas electorales salir a pegar carteles no era precisamente una fiesta pues te exponías a represalias tanto por la extrema derecha como por la extrema izquierda.
Se necesita algo de sentido común entre tanto "iluminado".
Se necesita ponderar en su justo valor lo conquistado hasta la fecha y en base a todo aquello que ya atesoramos en nuestra sociedad construir un futuro mejor, más justo, más igualitario y más social.
El riesgo de involución es real.
El engaño y la concatenación de mentiras e insultos proferidos por parte de los líderes de PP, C's y Vox nos da la medida de lo que son capaces ciertos energúmenos políticos.
Tristemente al otro lado del tapete los Socialistas no encontramos un partido leal en el que apoyar una acción de gobierno eficaz, de ahí que no baste solamente con ganar estas eleciones por la mínima.
Salvando las diferencias, este momento es tan decisivo como aquel que vivimos en 1982 y el futuro de España necesita que dé un paso al frente todo aquel que quiera vivir en libertad.
No es este un llamamiento al voto útil –no se equivoquen– lo que se necesita aquí y ahora es un voto responsable, comprometido y consciente del grave momento que estamos viviendo.
No ganaremos esta batalla solo con ir a votar el 28A, tendremos que luchar centímetro a centímetro para mantener nuestros derechos.